El miércoles pasado (20 de enero) un camión de basura cayó desde el segundo piso a la lateral de Periférico. De inmediato los medios y gran parte de la opinión pública se fueron en contra del Gobierno del Distrito Federal por no evitar que los camiones tomen esa ruta. El argumento es que en lugar de estar haciéndose promoción en los medios y de realizar medidas populistas como la pista de hielo, el Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, debería de estar verificando que cosas como los camiones voladores no pasaran.
Cuando los camiones volaran...y un camión voló
La cuestión es ¿Realmente el culpable es el Jefe de Gobierno? ¿Realmente el gobierno es el culpable porque los conductores no se atienen al reglamento de tránsito? O en términos más generales ¿El problema es que no se cuenta con una fuerza policial que haga cumplir la ley o que la sociedad considera a la ley como letra muerta?
En realidad no es una o la otra sino la conjunción de ambas las que nos han llevado a situaciones como la del miércoles. Sin embargo yo soy de la opinión de que tiene mucho más peso que los individuos ignoren los acuerdos básicos de convivencia (léase leyes) a que haya una fuerza para disuadirlos de que lo hagan.
Y es que veámoslo desde la perspectiva de quienes inmediatamente se lanzaron en contra del GDF: “El gobierno necesita poner policías que hagan cumplir la ley, pues los ciudadanos por nosotros mismos no podemos hacerlo y necesitamos de una fuerza disuasiva para cumplirlas” ¿De verdad no podemos atenernos al respeto a las leyes? Si hacemos caso a la recomendación de que la necesidad de una presencia policiaca en todo lugar para evitar que hagamos algo contrario a la ley, se vuelve obvio que se requeriría una mayor presupuesto para este ramo (y que fuera bien empleado) y de suyo no solucionaría la raíz del problema.
La cuestión de fondo no es que haya o no policías suficientes como para verificar cada entrada de Periférico; sino que nos estamos convirtiendo en una sociedad incapaz de seguir siquiera los reglamentos de tránsito. Aún cuando haya quienes digan que las leyes están ahí para limitarnos y quebrar nuestra libertad, (en realidad el argumento no es erróneo pero pierde de vista la función social de las leyes) estas son necesarias para que los individuos puedan vivir en sociedad con una convivencia armónica.
En ese sentido la función de la policía es incentivar el cumplimiento de las leyes mediante el castigo a quienes no las cumplen. Así el individuo que forma parte de la sociedad si bien queda ante la libertad de decidir si cumple o no con las leyes, cuenta con más incentivos para cumplirla. Se puede ver de dos formas: Yo cumplo con la ley debido a que con ello fomento el surgimiento de una mejor convivencia entre quienes conformamos esta sociedad (visión idealista de la situación) o Yo cumplo con la ley porque si no lo hago voy a recibir un castigo que me causara algún perjuicio que prefiero evitar (situación un tanto más real)
Pareciera que estoy contradiciéndome al decir que la presencia policial es un incentivo para el cumplimiento de las leyes cuando líneas arriba sostenía que no era la parte toral del problema. Sin embargo, no es así pues si bien la presencia policiaca, es factor que incentiva el cumplimiento de las leyes, si no existe una cultura de respeto hacia las mismas se va a necesitar de un aparato policial cada vez más grande para que los individuos no tengan incentivos para infringir la ley.
Como dije el problema va por los dos lados. Por un lado el que nuestro sistema policiaco es insuficiente e ineficiente para constituirse como un disuasivo en contra de la violación de las leyes, por otro los individuos mismos debemos estar conscientes de que seguir las leyes es por el beneficio de la sociedad en su conjunto. Ello debido a que no sólo respondemos a estímulos (o incentivos) sino que también somos capaces de generar un código de ética personal que vaya de acuerdo a una mejor interacción social.
Es adecuado y necesario exigir al gobierno que sea capaz de garantizar la seguridad de quienes habitamos en la ciudad, pero en materia de cumplir las leyes la principal responsabilidad está del lado ciudadano. ¿O acaso sólo respondemos cuando sabemos que hay un castigo si no lo hacemos?
Luis Angel Monroy
Refinería de ideas 